El canister es un componente crucial dentro del sistema de control de emisiones de un vehículo. Este dispositivo, también conocido como depósito de carbón activado, tiene la función principal de evitar que los vapores de gasolina presentes en el tanque de combustible sean liberados directamente al medio ambiente, lo que resulta muy perjudicial para la contaminación atmosférica. Funciona almacenando temporalmente estos vapores para posteriormente purgarlos en el momento adecuado y quemarlos en el motor del coche, contribuyendo a la disminución de emisiones contaminantes.

Historia y evolución del canister

El desarrollo y uso del canister como componente del sistema de control de emisiones es relativamente reciente. En los primeros modelos de vehículos, los vapores de gasolina eran liberados directamente hacia la atmósfera, sin ninguna intervención para su control. Con el tiempo, y especialmente a partir de las décadas de los 60 y 70, se puso de manifiesto la necesidad de implementar sistemas de control de emisiones más eficientes y ecológicos para reducir el impacto ambiental del transporte motorizado.

Así nace el canister, apareciendo por primera vez en los vehículos en la década de los 70, principalmente en los Estados Unidos, a raíz de las regulaciones gubernamentales orientadas a disminuir las emisiones peligrosas para la atmósfera. Desde entonces, su diseño y eficiencia han mejorado considerablemente, haciéndose un hueco indefectible en los vehículos modernos.

Ventajas e inconvenientes del canister

La principal ventaja del canister se encuentra en su contribución al medio ambiente. Al almacenar y quemar los vapores de gasolina, este dispositivo previene la liberación de gases contaminantes hacia la atmósfera. Además, la quema de estos vapores en el motor proporciona una fuente adicional de combustible, lo que puede incrementar ligeramente la eficiencia del vehículo.

Sin embargo, como cualquier otro componente mecánico, el canister puede presentar problemas con el tiempo. Un canister defectuoso puede causar fallas en el arranque del vehículo, una disminución en el rendimiento del combustible o la activación de la luz de control de emisiones en el panel de instrumentos del vehículo.

Problemas más comunes del canister

El canister puede averiarse por diversas razones, pero los problemas más comunes suelen ser la obstrucción de las líneas de vapor, causada por la acumulación de partículas de polvo o suciedad, o la saturación de carbón activado, que puede suceder cuando el depósito de gasolina es rellenado en exceso.

Coste de la reparación o mantenimiento del canister

Al ser parte de un sistema fundamental para el correcto funcionamiento del motor, mantener el canister en buen estado es vital. La reparación o sustitución de un canister puede tener un coste medio en el mercado, dependiendo del modelo del coche y del tipo de avería. Los precios pueden variar, pero en promedio, podemos hablar de un rango aproximado de 100 a 300 euros para la reparación o sustitución completa del componente.