El GLP (Gas Licuado de Petróleo) es una mezcla de gases compuesta principalmente por propano y butano. Es un combustible alternativo a la gasolina y el diésel, utilizado en vehículos adaptados o fabricados para su uso. El GLP es más limpio y económico que los combustibles tradicionales, lo que lo convierte en una opción atractiva para muchos conductores.

Historia y evolución del GLP

La utilización del GLP como combustible para vehículos comenzó en la década de 1930 en los Estados Unidos. Desde entonces, su uso ha crecido en todo el mundo, especialmente en Europa y Asia, debido a sus ventajas medioambientales y económicas. En los últimos años, se ha producido un aumento significativo en la cantidad de vehículos adaptados y fabricados para funcionar con GLP, así como en la disponibilidad de estaciones de servicio que ofrecen este combustible.

Ventajas e inconvenientes del GLP

Ventajas

  • Menor impacto ambiental: El GLP produce menos emisiones contaminantes que la gasolina y el diésel, lo que ayuda a reducir la contaminación del aire.
  • Coste económico: El GLP es, en general, más barato que la gasolina y el diésel, lo que puede generar ahorros significativos en el gasto de combustible.
  • Mayor autonomía: Los vehículos con sistemas de GLP pueden funcionar tanto con GLP como con gasolina, lo que permite a los conductores tener mayor autonomía y flexibilidad al viajar largas distancias.

Inconvenientes

  • Instalación y mantenimiento: Para que un vehículo pueda funcionar con GLP, es necesario instalar y mantener un sistema de conversión, lo que puede suponer un coste adicional.
  • Disponibilidad: Aunque la red de estaciones de servicio que ofrecen GLP ha crecido, la disponibilidad sigue siendo limitada en algunas áreas.
  • Pérdida de espacio: El tanque de GLP suele ocupar espacio en el maletero del vehículo, lo que puede reducir la capacidad de carga.

Coste de reparación del sistema GLP

El coste de reparación del sistema GLP varía dependiendo del tipo de problema y del vehículo en cuestión. En general, se puede considerar que el coste de reparación es medio, oscilando entre 200 y 600 euros para reparaciones comunes como el reemplazo de componentes del sistema de inyección o la reparación de fugas. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el mantenimiento preventivo y regular puede minimizar la necesidad de reparaciones costosas.