El sistema de recirculación de gases de escape, comúnmente conocido por sus siglas en inglés EGR (“Exhaust Gas Recirculation”), es una tecnología clave en los motores de combustión interna. Su principal función es reducir la emisión de gases contaminantes, en especial los óxidos de nitrógeno (NOx), que se generan durante el proceso de combustión en el motor. Para ello, redirige una porción de los gases de escape hacia la cámara de combustión, donde se mezclan con el aire y el combustible. De este modo, se logra una temperatura de combustión más baja, lo que disminuye la formación de NOx.

Historia de la recirculación de gases de escape

La recirculación de gases de escape tiene sus orígenes en la década de 1970, cuando las autoridades ambientales de distintos países comenzaron a imponer regulaciones más estrictas en cuanto a las emisiones de vehículos de motor. Los ingenieros de la época empezaron a experimentar con diferentes técnicas para reducir las emisiones, y finalmente, el sistema EGR demostró ser la solución más efectiva y confiable.

Evolución y funcionamiento

Desde su implementación inicial, la tecnología EGR ha evolucionado significativamente. Los sistemas modernos de recirculación de gases de escape utilizan una válvula controlada electrónicamente para regular el flujo de gases, lo que le permite adaptarse a las condiciones de conducción en tiempo real. Cuando la válvula EGR está cerrada, se mantiene la potencia del motor, y cuando está abierta, ayuda a reducir las emisiones.

Ventajas e inconvenientes

El principal beneficio de la recirculación de gases de escape es la notable reducción en las emisiones de gases dañinos como los NOx, contribuyendo a la protección del medio ambiente. Además, puede ayudar a mejorar la eficiencia de combustible del motor, lo que resulta en un ahorro en los costos de operación.

En el lado negativo, la implementación de la tecnología EGR añade complejidad al sistema del motor, lo que potencialmente puede resultar en mayor frecuencia de averías y costos de reparación. Además, aunque la recirculación de gases mejora la eficiencia del combustible bajo ciertas condiciones, en otras puede reducir al mínimo la potencia del motor.

Coste de reparación y mantenimiento

Debido a su importancia para el rendimiento del motor y las emisiones, es esencial mantener el sistema EGR en buen estado. Si la válvula EGR falla, puede resultar en un motor menos eficiente y en aumento de emisiones. Una reparación de la válvula EGR puede variar entre 150 y 300 euros, según el modelo del vehículo y la región. Por tanto, podría considerarse un coste medio en comparación con otras reparaciones del automóvil.