El volante bimasa es una pieza clave en el sistema de transmisión de un vehículo, especialmente en aquellos con motores diésel y de alto par. Su principal función es amortiguar y absorber las vibraciones generadas por el motor, proporcionando una conducción más suave y cómoda. A continuación, se describirá su funcionamiento, historia, evolución, ventajas e inconvenientes, así como el coste de su reparación.

Funcionamiento del volante bimasa

El volante bimasa está compuesto por dos masas conectadas mediante un sistema de muelles y amortiguadores. La primera masa se conecta al motor y la segunda al embrague, permitiendo una transmisión de movimiento suave entre ambos. Los muelles y amortiguadores se encargan de absorber las vibraciones y oscilaciones que se generan durante el funcionamiento del motor, evitando que estas lleguen al embrague y al resto de la transmisión.

Componentes del volante bimasa

Los principales componentes de un volante bimasa son:

Historia y evolución del volante bimasa

El volante bimasa fue desarrollado en la década de 1980 como una solución a los problemas de vibraciones y ruidos generados por los motores diésel de la época. Con el paso del tiempo, su diseño y tecnología han evolucionado, permitiendo una mayor absorción de vibraciones y una mayor durabilidad en condiciones extremas de uso.

Ventajas e inconvenientes del volante bimasa

Ventajas

Inconvenientes

Coste de reparación del volante bimasa

El coste de reparación de un volante bimasa puede variar dependiendo del modelo del vehículo y de la mano de obra en la zona donde se realice la reparación. Sin embargo, en general, se considera un coste medio-alto en comparación con otros componentes del vehículo. El precio de un volante bimasa nuevo oscila entre 500 y 1.500 euros, y la mano de obra para su sustitución puede costar entre 300 y 800 euros. Por lo tanto, la reparación total puede estar en el rango de 800 a 2.300 euros aproximadamente.